(entrega a la voluntad cósmica)
Aunque generalmente se traduzca Ishwara con Dios (por lo tanto, literalmente sería ‘entrega a Dios’), es posible ver este Niyama desde el punto de partida establecido por Patanjali: el Yoga es una ciencia simple, ni teísta ni atea.
Aunque se mencione al Señor una vez en todos lo Sutras, también está claro que no se trata de ese ser personal externo al que estamos acostumbrados, sino de un arquetipo, un soporte, una técnica, un estratagema, un método devocional para hacer la oración posible y así poder conectar con esa Consciencia que mora dentro de cada uno de nosotros, lo más profundo de lo que hay en nosotros y que transciende todo cuerpo: a través de tu creencia en Dios, la entrega, la rendición se hace posible.
Buda pudo alcanzar la Verdad sin creer en Dios, Mahavira así alcanzó la liberación; Dios puede estar, pero no se hace imprescindible.
Por eso la palabra Pranidhana constituye toda la herramienta en sí misma, dejando el aspecto teológico para las personas que así lo sienten, hay espacio para todos, incluyendo Ishwara con un sentido más universal.
Rendirse, entregarse a un poder superior, admitiendo y aceptando que no todo depende de la voluntad de uno, que somos diminutas motas de polvo en este inmenso espacio, nos ayuda a soltar el control, nos aligera de responsabilidades que no nos pertenecen y nos lleva a confiar en que lo que pasa es exactamente lo que tiene que suceder. Es aceptar con todo nuestro Ser lo que nos proporciona la vida, incluso cuando eso no coincide con los planes que teníamos.
Y cuando nos rendimos nos alejamos de la identificación y dejamos que el Todo (aquí podría entenderse Dios) se manifieste por sí solo, dejándonos invadir por una gran paz, amor incondicional e infinita gratitud (¿a lo mejor Dios es esto?).
Este Niyama es como el último eslabón que reúne los 9 pasos anteriores, empezando por Ahimsa y consecuencia directa del anterior, Swadhyaya: “si comprendo quién soy (que no es un concepto, un conocimiento mental), si me vivo como esencia de ser una Ola..., entonces me puedo disolver en el Mar, "ser" el Mar, en un gesto de entrega y Plena Aceptación.”
Om Shanti