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MUDITA

YOGA

PRATYAHARA

Aislamiento o abstracción sensorial


Antes, un último apunte sobre el Pranayama. Cuerpo-mente, mente-cuerpo, están ligados por el “pegamento” energético manifestado en la respiración. ¿Y qué consecuencias tiene la práctica del Pranayama?:

1ª Ayuda a que “desaparezca lo que cubre la luz” (II, 52).

Patanjali viene a decir que se va limpiando el polvo acumulado en los chakras por la sobrecarga de los estímulos sensoriales. Y también se va limpiando la materia física del cerebro para que brillen las facultades inherentes a él.

2ª “Y la mente queda apta para la concentración” (II, 53).

Lógicamente, si se quita el polvo a un objeto, al concentrarte en él lo verás con más claridad. Y si es un objeto mental, la imagen será más nítida. Todos los miembros o angas de Patanjali constituyen una estructura, de forma que se influyen entre ellos y mejorar uno afecta a los demás. Pero los Yama y Niyama ayudan sobre todo a disminuir o cesar las perturbaciones emocionales; con Asana disminuyen las perturbaciones físicas; con Pranayama, las energéticas… Y ahora, con Pratyahara, se trata de que disminuyan o desaparezcan las perturbaciones sensoriales.

Pratyahara es situarse “entre Pinto y Valdemoro”, en la penumbra, entre la vigilia y el sueño (ondas cerebrales Alfa), entre la verbena sensorial y el monasterio… Es un bardo, un tránsito. Entras en casa, dejas la calle y te preparas en el hall…, antes de penetrar en las estancias más profundas de tu casa, de tu Ser. Lo que mucha gente llama Meditación no ha sido más que Pratyahara (y bastante es en muchos casos), ha sido recogimiento, se ha “desconectado” del exterior. Este 5º anga es muy importante (así lo indica Sivananda), porque si uno no va aprendiendo a “desconectar”, no podrá interiorizarse, ni relajarse, ni meditar.

Aunque no signifique “atención”, ésta es la palabra que mejor define a Pratyahara, la capacidad de mover la atención a donde uno quiera. Como en una televisión, hay muchos canales, muchas llamadas a los órganos de los sentidos (olfato, gusto, vista, etc.)… Pero ¿eres tú el dueño?, ¿pones el canal que te interesa?, ¿y te quedas en el que decides quedarte?, ¿eres tú el conductor de los “caballos sensoriales”?, ¿o la atención se va a donde te lleven las apetencias de los sentidos?

“Pratyahara es como desconectar los sentidos de sus respectivos objetos para que funcionen de acuerdo con la mente.” (II, 54)

Los sentidos (olfato, gusto, vista, tacto y oído) tienen sus órganos respectivos (se llaman gñanendriyas: nariz, lengua, ojos, piel y oído), son instrumentos que en su momento desarrolló la mente para relacionarse con el exterior. Entonces, cuando se necesita esa relación se utilizan esos instrumentos (además de los karmendriyas u órganos de acción: ano, genitales, pies, manos y cuerdas vocales).

Como una tortuga que saca la cabeza y las patas. Y cuando no se necesita, se recogen los instrumentos (como la tortuga) para que no perturben y la atención se dirija hacia adentro.

De paso (y esto lo diría más el Ayurveda), los sentidos descansan cuando no son utilizados. Y se van refinando, vamos siendo más sensibles a los alimentos sensoriales que ingerimos (visuales, auditivos, táctiles, etc.). Existen algunas prácticas de Hatha Yoga relacionadas con Pratyahara, como Yoni Mudra, donde con las manos se tapan los oídos, los ojos, la nariz (dejando que respire) y la boca. Pero en el Raja Yoga de Patanjali se va aprendiendo a poner la atención en el objeto u objetos que se utilicen… Y aunque los órganos de los sentidos estén ahí, abiertos, la atención no está en ellos (hacia ahí no va la energía). Por ejemplo, en una relajación, si uno se “mete” bien en ella, puede haber en el ambiente algunos ruidos, olores, etc., pero al estar en el proceso de relax eso queda en segundo plano, o pasa desapercibido. Claro, si uno se duerme, también hay una desconexión de los estímulos sensoriales, pero ya no es Pratyahara, ya no está la atención. Otro ejemplo de Pratyahara cotidiano semiinconsciente es cuando no nos enteramos de que se está quemando la comida porque estamos absortos-abstraídos en un libro muy interesante.

La relajación es un buen ejemplo de Pratyahara. Por ello, a veces decimos en las clases que es una práctica de las más importantes y de las menos fáciles. Porque en ese relax profundo…, atento…, relajadamente atento…, estás en el tránsito del Hatha Yoga al Raja Yoga. Y aunque la relajación no es meditación, si esta relajación es profunda…, muy profunda y lúcida…, has cruzado el hall y te has deslizado hacia ella.

El Yoga Nidra es quizás el ejemplo más claro de Pratyahara. De hecho, empieza aquí y, según sea el Yoga Nidra, se puede ir pasando a otras estancias más profundas, meditativas. Si bien esta práctica está más dentro del Tantra y no sigue la línea ortodoxa de Patanjali.

En realidad, casi para cualquier técnica yóguica (un asana, un pranayama, etc.) se requiere un cierto grado de interiorización, para poder centrarse en ella.

“Entonces se logra el máximo dominio sobre los sentidos”. (II, 55)

Porque te has convertido en el amo, el conductor de la carroza que lleva bien las riendas de los “caballos sensoriales”.

Un apunte importante. Aunque generalmente se habla de Pratyahara en el sentido de aislarse de los estímulos sensoriales, creo que la interpretación más general es la más conveniente. Es decir, desconectarse tanto de los estímulos externos como de los internos (pensamientos, deseos, preocupaciones, etc.). Pueden cesar o pueden seguir ahí, pero en segundo plano, sin que la atención sea arrastrada ellos.

En resumen, lo que más define a Prathyahara es la capacidad de poner la atención donde sea preciso (en una práctica yóguica).

Imagínate que estás en casa y “metafóricamente” cierras las puertas y ventanas (desconexión exterior), y luego apagas o bajas el volumen tu “radio mental” (desconexión interior). Es posible que del exterior te lleguen, por ejemplo, algunos sonidos, o del interior escuches “de fondo” tu radio mental…, pero si estás en Pratyahara, eso no te perturba…, y Estás Ahí…, recogido…, interiorizado.

*PROPUESTA para esta semana: TODOS LOS DÍAS 15 m. (+ o -) de RELAJACIÓN. Si practicas en el día meditación, no es necesario. Si practicas el Yoga Nidra tampoco. Ya estamos bastante tiempo empantanados entre nuestros “niños caprichosos” (estímulos sensoriales) y entre nuestros “adultos exigentes” (estímulos mentales)… Así que está bien que todos los días de la semana al menos 15 m. intentes desconectar… … cerrando las ventanas sensoriales… … y abriendo las ventanas interiores…

Om recogido Shanti Om Paz Om

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