En Hatha Yoga, la respiración y el movimiento están estrechamente conectados. Sin embargo, al iniciar la práctica, coordinar ambos puede ser un desafío. 🧘♂️💨
Por eso, el primer paso es familiarizarse con las posturas, permitiendo que la respiración fluya de manera natural. Y luego, con el tiempo (semanas, meses o incluso años), esta se convierte en el hilo conductor en el que se enzarza cada postura y que guía cada transición.
Para desarrollar una práctica más profunda y efectiva, en las clases de la semana pasada nos centramos en la comprensión/experiencia de las tres zonas respiratorias:
Abdominal → El diafragma se estira y se siente cómo el aire llena la parte baja de los pulmones (influye en el movimiento abdominal).
Torácica → Las costillas y el pecho se expanden (para sentir la amplitud de la caja torácica).
Clavicular → El aire llega hasta la parte más alta de los pulmones (optimizando el flujo de oxígeno).🌬️
Dominar estas tres fases es clave no sólo para una reeducación respiratoria, sino para la práctica de Pranayama, el arte del control/expansión del Prana que, además de mejorar la capacidad pulmonar, también equilibra el sistema nervioso y potencia la energía vital.
Con práctica y paciencia, la respiración deja de ser un esfuerzo y se convierte en el flujo natural que te guía.
📍 Si quieres aprender a integrar la respiración de manera efectiva en tu práctica de Yoga, te invito a mis clases online. A través de sesiones estructuradas, te guiaré paso a paso para que puedas desarrollar una respiración consciente.
📩 Escríbeme para más información y comienza expandir tu capacidad pulmonar.
Comments