LAS DEFENSAS
La sociedad, el mundo humano es una abstracción. Lo concreto son individuos, personas, Por lo tanto, cómo funciona la persona, se refleja en el conjunto, en la sociedad. Si estamos inseguros, desvalidos, inquietos, ansiosos, viviendo en la incertidumbre del cambio constante…, estamos buscando (consciente o inconscientemente) amparo, seguridad, protección. Y esto, lógicamente, también se refleja cuando intentamos meditar:
–-buscando un refugio de paz, para escapar de los “problemas” del mundo cotidiano ...;
–-o utilizando técnicas y herramientas para sentirnos más “fuertes” frente a la incertidumbre...;
–-o “agarrándonos” a la respiración (o a un mantra), pero no tanto para concentrarnos y calmarnos, sino para huir de las “emisoras mentales”, del monólogo interior…;
–-o intentamos “programar” muy bien la meditación para no dejar nada al azar (lo que va a venir es incierto, lo cual nos genera ansiedad y entonces queremos “controlar” lo que pueda venir)…;
---o… añade cualquier otra protección que busques, clara o difusamente (la práctica meditativa asidua lo irá revelando).
En la meditación estamos muchas veces “luchando” para estar Bien, en Armonía. Y es que en el fondo todos queremos estar en Shanti, en Paz. Pero la Paz no es “algo” que puedas coger, no es un objeto, sino el perfume que surge cuando se Ve con más Claridad. La Atención nos llevará a una mejor Comprensión (del cuerpo, de la mente, de la vida, etc.) y la consecuencia de la Comprensión es la Paz.
Las protecciones o defensas se ven por todos los lados en la sociedad. Hace no muchos años casi no existían los vigilantes de seguridad. Ahora todo está repleto de cámaras de vigilancia, señales antirrobo en los establecimientos y en las casas, dobles cerraduras, controles diversos humanos y tecnológicos… Y en las naciones más presupuestos de Defensa (en defensa de la paz). Pero cuanto más luchamos o nos defendemos individual o colectivamente, menos Paz existe en nosotros.

Escuchamos a menudo que reina la paz en una familia, o en un lugar de trabajo, o en una nación… Pero casi siempre en una “paz tensa”, una paz que viene del miedo al otro. Porque yo, o mi nación, tenemos miedo de que el otro me agreda de una u otra forma…, y entonces me contraigo, me contengo… Y el otro se contiene… Estamos midiéndonos, “retándonos en paz”.
Al iniciarse en la meditación (lo cual puede durar dos meses o dos años, o toda la vida) uno no está todavía en esto, sino simplemente en ser un poquito más consciente del cuerpo, de la respiración, etc. Pero también desde el principio, o más adelante, es conveniente mirar bien
y a veces preguntarse durante la meditación si me estoy refugiando, parapetando, huyendo… ¿De qué tengo miedo?… ¿A qué me estoy resistiendo?… ¿A qué me estoy aferrando para evitar el “pánico interior”?
Y el caso es que la Paz transparente está aquí…, sentada…, Abierta a la incertidumbre…, al no saber que va a venir Ahora Relajada en este Atento No Saber…
Visto desde este aspecto, la meditación implica retirar las defensas, retirar el gasto energético de las defensas que me deja exhausta, seca de armonía… Dividido entre las protecciones (que están en mi interior) y aquello de lo que quiero protegerme (que está también en mí).
Ego y defensas es lo mismo.
Ego y miedo es lo mismo.
Miedos y defensas es lo mismo.
La meditación implica ir retirando todas las defensas, todas las barricadas…para volverme totalmente vulnerable…, Indestructiblemente Vulnerable.
La meditación suele empezar con muchas defensas, todo muy mío, muy personal (un ego muy sólido y duro). La meditación termina sin defensas, en una Lucidez impersonal, en Paz.
Om Shantiii!
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