SOBRE LA MEDITACIÓN (V): PACIENCIA-IMPACIENCIA

Antes de empezar a leer esta reflexión, ¡ o b s e r v a s i tienes prisa!, ¡si-quieres-leerlo-muy rápido-para-hacer-luego-otra-cosa-muy-rápido! ¿Tienes prisa al iniciar la m e d i t a ci ó n ? ¿Prisa por estar a t e n t o ? ¿Prisa por t e r m i n a r para hacer luego esto o lo otro, o no se sabe qué? ¿O, sin que haya una causa clara, sientes una inquietud..., una impaciencia interna..., un correr hacia algo…, una urgencia…?

Si nos damos cuenta de la sensación de prisa interna y se “hace fuerza” para no tenerla, nos molesta tenerla…, entonces estaremos dando más velocidad a la prisa. En la meditación se trata más bien de dejar que la prisa c o r r a…, darle e s p a c i o…, ser p a c i e n t e , ser a m a b l e con ella… Porque Eso que se da cuenta de la prisa… n o t i e n e p r i s a… … Ese E s p a c i o P a c i e n t e de A t e n c i ó n y Q u i e t u d acoge y permite que todas las impaciencias e inquietudes puedan correr a sus anchas…

Cuando estamos impacientes no podemos enterarnos bien de lo que miramos, de lo que observamos (el cuerpo, o la respiración, o los pensamientos espontáneos, etc.)…, no podemos ver bien…

Es como si se fuese por una carretera a mucha velocidad y mirando por la ventanilla; lo que se ve pasa tan rápido que apenas se tiene una imagen borrosa y descentrada del panorama.

Impaciencia-prisa-urgencia es uno de los cinco obstáculos, o “compañeros de viaje” de la meditación Vipassana, el referente a la agitación-inquietud. En el Raja Yoga de Patanjali entra dentro de lo que se llama Viksepa, que es un estado “distraído” de la mente. Lo cual ocurre por nueve condiciones y cuyos síntomas son: dolor, depresión, nerviosismo y respiración arrítmica.

Si nos preguntamos de dónde pueden venir esas impaciencias o urgencias, seguramente veremos que se debe, en primer lugar, a un exceso de estímulos que nos rodean (visuales, auditivos, gustativos, sexuales, mentales, etc.) y que uno acaba “buscándolos”, “ansiándolos”, volviéndonos “estímulo-dependientes”. Y como la Meditación Vipassana es “austera y aburrida” (al principio, y ¡para aquél que no ve Bien!), entonces al menor descuido ya estamos enredados en algún estímulo, buscándolo o inventándolo.

En segundo lugar, la impaciencia interna se debe a no estar muy imbuidos de Santosha (2º Niyama, en Patanjali), de no estar satisfechos con lo que el presente nos presenta. Casi siempre estamos deseando algo distinto de lo que está sucediendo (externa e internamente). Pero esto es normal y lógico, porque mientras no Despertemos a la Plena Realidad, a la Plena Felicidad, siempre estaremos más o menos insatisfechos (con todo lo temporal).

Y en tercer lugar, también se debe a que hemos sido condicionados, y nos hemos condicionado, a preferir la tensa complicación a la tranquila simplicidad (Tapas, 3º Niyama de Patanjali). Es una paradoja: todos queremos Ser Felices…, pero casi todo lo que hacemos nos lleva a la infelicidad.

¿Cómo no ser atrapados por esta urgencia, por esta febril impaciencia?

Cultivando la P a c i e n t e O b s e r v a c i ó n…

Muchas veces estaremos enredados en la prisa interna, pero a veces nos daremos cuenta del “enredo” y ese momento será un “flash” de darse cuenta, será un momento meditativo… Luego, el entusiasmo y la constancia en la meditación hará que esos flash se repitan más veces, y que duren más. Con ello, la P a c i e n t e A t e n c i ó n tendrá más protagonismo y la impaciencia pasara a ser un personaje secundario.

Todos queremos estar en Paz (aunque conscientemente no lo sepamos), pero en la meditación y en la vida solemos ser demasiado impacientes para estarlo.

Para estar en Paz, o también para despertar nuestra Bondad interna, hay que ser P a c i e n t

e con la vida, A m a b l e con ella. Y para ser Amable con las pequeñas cosas que nos suceden en la vida y en la meditación, hay que aceptar mucho, especialmente lo que no nos gusta o no deseamos.

La meditación, pues, ha de ser un puente que nos ayude a pasar de la Impaciencia (=sin paz ni consciencia) a la Paciencia (=la Ciencia de estar en Paz).

Om Shanti!

José (Dharma)