SOBRE LA MEDITACIÓN (VI): Desactivar la bomba-lapa
- Dharma José Blázquez

- 9 jul
- 2 Min. de lectura
“Entréme donde no supe y quedéme no sabiendo, toda ciencia trascendiendo." (San Juan de la Cruz)
Al sentarse a meditar o, más bien, a preparar el terreno, las condiciones para que la meditación suceda, hemos de apagar las bombillas de los conceptos, las teorías, los libros, los mapas, etc. Hemos de desamueblar la mente o, al menos bajar su potencia, para empezar frescos, inocentes, virginales, desde el asombro del No-Saber…
Aunque estos “saberes” estén ahí, en la recámara…, pero surgirán por sí mismos, cuando la situación meditativa requiera entender o encuadrar algo. Porque si los ponemos al principio, delante, estos “saberes”, serán como un niebla espesa que no dejará ver el presente desnudo.
Sentarse tocando tierra, como se ve en muchas estatuillas e imágenes de Buda o de algún yogui, donde la mano izquierda está hacia abajo… En el humus, en la tierra, en la Humildad del No-Saber, en la humildad también de no apropiarse de los méritos (aunque los méritos vendrán).

Esta virtud de la humildad es el reverso del ego que, como una bomba lapa, amenaza nuestra vida y nuestra meditación cuando estamos muy ignorantes y “subidos”.
Cuando buscamos un sentido a la vida, una razón de Ser, una misión en esta encarnación, la bomba lapa sigue ahí…, y hemos de cuidar que no explote, en un tira y afloja.
Porque si me envanezco por los “logros logrados” en la meditación, por la cantidad de horas practicadas, por los retiros y seminarios realizados, los libros leídos, los maestros conocidos, las experiencias grandes o pequeñas que he tenido…, etc., entonces esta bomba empezará a hervir, subirá la presión… Y cuanto más se infle el globo, más grande será la caída…
...La caída al humus, a la tierra, que huele a
humildad.
En el ámbito espiritual todo es más sutil que en la vida humana “horizontal”. Porque cuanto más parezco crecer, en “vertical”, más presente hay que tener los bajos fondos, las tendencias latentes de los primeros chakras (el miedo a la muerte, la sexualidad, el poder, el placer, etc.), que en cualquier momento pueden explotarnos en la cara y decirnos que no somos lo que creíamos ser.
Cuanto más nos alejamos de quienes somos, más orgullo, más ego.
Cuanto más nos acercamos a quienes somos, más humildad.
Meditar desde la humildad es tener a esa bomba lapa delante, entre las manos, desactivada… Meditar y vivir recordando que no sé… Y desde el No-Saber siempre hay
que empezar.
Y cuando pasa el tiempo y “archivo” cosas, personas, saberes…, ¡¡de pronto!!… miro mis manos vacías…, los archivos se pierden… y No Sé…, Lúcidamente No Sé…
José (Dharma)




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